Este Minidispensador de Golosinas es como tener tu propio controlador de régimen encima de la mesa porque ¡ahora tendrás que ganarte tus chuches!
Los dispensadores de feria o de la calle parecen de tongo, así que ahórrate unos euros y llena tu Máquina de Caramelos con tus chucherías favoritas. Una vez que introduzcas la ficha en la ranura tienes un minuto y quince segundos, pero ¿quién los cuenta?, para posicionar el garfio utilizando las tres palancas, atrapar tu golosina, y dejar que caiga por la trampilla.
Una musiquilla de feria verdaderamente horrenda pero a la vez extrañamente nostálgica suena mientras intentas desesperadamente agarrar algo, sonando más y más rápido a medida que se acaba el tiempo.
Para que no hagas trampa, el agujero encima del aparato para llenarlo de caramelos es demasiado pequeño para que puedas meter los dedos. Aunque si estás desesperado puedes simplemente volcarlo y menearlo hasta que salgan las chucherías, pero... ¡qué pena! ¿no? A la venta por 35€ aquí.
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